
La Crisis no está en el Amor, sino en la Relación

Cuando una pareja se enfrenta a una crisis, la primera idea que suele surgir es: “Ya no nos amamos”. Esta conclusión, que puede parecer obvia, es en realidad un error que lleva a muchas parejas a rendirse antes de tiempo. La verdad es que el amor, en su forma más pura, rara vez se agota; lo que se deteriora y colapsa es la relación.
El amor es el motor, la energía que los unió. Es el recuerdo de esa primera cita, de esa risa compartida, de la complicidad que los hacía sentir que eran uno solo. Esa energía puede estar dormida, cubierta por las capas del resentimiento, las expectativas rotas y la falta de comunicación, pero no ha desaparecido.
La relación, por otro lado, es la estructura, el vehículo que eligen para vivir ese amor. La relación es la comunicación diaria, la forma en que resuelven sus problemas, cómo se distribuyen las responsabilidades, cómo gestionan las diferencias. Y al igual que un vehículo, la relación necesita mantenimiento constante. Necesita que le pongan gasolina (atención), que le revisen el aceite (comunicación) y que le arreglen las piezas cuando se rompen (gestión de conflictos).
Una crisis en la pareja no es una señal de que el amor se acabó. Es una señal de que el vehículo de su relación está fallando. Quizás la comunicación es deficiente, quizás uno o ambos han dejado de nutrir su individualidad, o tal vez han permitido que la rutina y el estrés se conviertan en el tercer miembro de la relación.
La buena noticia es que, a diferencia del amor que no podemos forzar, la relación sí se puede reparar. Es una habilidad que se aprende, se practica y se mejora. Requerirá esfuerzo, honestidad y, sobre todo, la voluntad de ambos de trabajar en ella. No se trata de volver a la pareja que eran, porque ya no son las mismas personas. Se trata de construir una nueva relación, más fuerte y consciente, que pueda contener ese amor que aún los une. Si la crisis no está en el amor, ¿Por qué rendirse? El verdadero desafío es reparar la relación, y si ambos están dispuestos, es un desafío que se puede superar.
